viernes, 7 de noviembre de 2008

Ascensor

Justo estaba subiendo en el ascensor cuando se cortó la luz. Tanteando busqué la botonera. ¿Cuál sería el botón de la alarma? Toqué todos. Ninguno funcionó. Grité. ¡Auxilio! Nada. Probé una vez más y nadie salió, ni escuché un solo ruido. Me pareció medio maraca seguir gritando. Forcé la vista, abrí y cerré los ojos varias veces. La oscuridad era total. Esperé. Pensé que de suerte el ascensor podría haberse detenido en un piso, o al menos cerca y eso me permitiría salir al palier o saltar. Abrí la puerta tijera. De a poco, estiré el brazo, despacio, a la altura de mi pecho. No había nada. Tendría que estar la otra puerta o parte de ella o la pared del entrepiso. Busqué más para adelante, me agaché, me paré en puntas de pie. Moví el brazo para un costado y para el otro, para arriba y para abajo. No encontré nada. Me agarré de la puerta tijera y busqué a ciegas la pared del pasillo que debía estar al lado del ascensor. No estaba. Del otro lado, tampoco. Acostado en el piso, estiré las manos lo más que pude, para abajo, para adelante. Nada. Saqué medio cuerpo para afuera, me colgué, moví los brazos. No llegué a tocar nada. Me quedé sentado un rato, sin saber qué hacer. Pensaba. No me dio miedo. Pasó un rato y sentí un ruido, eran como latidos. Me paré tratando de orientar mis ojos hacia el sonido. En el espejo había una imagen, una persona de espaldas. Se dio vuelta. Me reconocí, aunque más viejo. Me tendió su mano. Estiré la mía, el vidrio se movió como si fuera agua. Las ondas borronearon la imagen. El espejo se puso duro y frío. Volvió la luz. El ascensor siguió subiendo.
Hilario González

3 comentarios:

Anónimo dijo...

qué bueno el momento de tanteo y el encuentro con ¿el futuro?
Me gustó que quede subiendo.

Anónimo dijo...

por motivos distintos, "maraca" y "no me dio miedo" me gustan mucho. ¿será que para crecer hay que subir en ascensor y que se corte la luz?

Velas a Balzac dijo...

Los espejos tienen algo de abominables, ¿no?