viernes, 21 de noviembre de 2008

Impress Pragnánimo

Hay una fuerza que excita desde adentro. La emoción se adueña de la piel. Una sensación de estómago vacío, debilidad en las piernas, la cabeza parece de hierro sólido. El corazón se come a sí mismo y se autobombea metiéndose a contramano por las venas para llegar a la última parte de nuestro cuerpo. No puede encontrar la salida.


Estamos inermes en un mundo hostil. Vivimos colmados de angustias. La represión interna cancela las respuestas.


El primer paso se debe dar hacia delante, sin importar las reprimendas del entorno. La fuerza debe ser liberadora, inapelable, contundente. Desnúdate en el subte, golpea a un turista, róbate un frasco de mayonesa, empuja a una vieja en la calle, lo que sea. Es importante, en estos casos, contener la respiración en el quinto chacra (laringe) y no personalizar. Luego, sentirás emerger un grito renovador. Déjalo ser.


La situación así definida la denominamos Impress Pragnánimo. Hay algunas técnicas, pero este no es el medio para publicitarlas.


Ulises Weinner

3 comentarios:

Velas a Balzac dijo...

A un amigo creo que le pasó lo mismo, un día que fuimos a comer a un tenedor libre chino.

Anónimo dijo...

me tienta robar el frasco de mayonesa. si viene el grito, espero oírlo.

Anónimo dijo...

gracias, Ulises, por acercarnos a la verdad