Pero este verano fue diferente, porque estaba sacándome una foto con Barney, y su voz no era la misma que en la tele. Tenía voz de hombre, no de dinosaurio bueno, no sé, me parecía que no era la misma de siempre. Entonces me quedé mirándolo. Y, sí, la voz era distinta. Y como me quedé mirándole la cara por un rato largo, de pronto me di cuenta de que tenía unos agujeros en los ojos... Esos agujeros no los tiene en la tele. Me empecé a asustar un poco. Y más me asusté cuando esos ojos de hombre que le salían de adentro de los ojos de dinosaurio se quedaron mirándome a mí. Y Barney no me dejaba de mirar, y yo tampoco a él. Hasta que vino cerca y me dijo: “Nene, ¿qué mirás? ¿Nunca viste un tipo disfrazado de Barney?”. Ahí no lo miré más.
Pero después con mamá, papá y Sebi nos fuimos, y Barney venía caminando atrás nuestro. Me daba mucho miedo que fuera un hombre. Y lo peor de todo fue cuando entró al mismo restorán que nosotros y se sacó la cabeza. Era un hombre con bigotes pero con cuerpo de Barney. Me dio mucho pena. Debe ser muy feo tener un cuerpo de colores y cabeza de hombre. Ahora entiendo por qué se pone esa cabeza. Y ahí adentro del restorán, también me miraba. Hasta me sacó la lengua.
Ahora, cuando veo a Barney en la tele, cambio de canal. Es re malo, y encima no es un dinosaurio verdadero. Pero no se lo cuento a nadie para que no le tengan miedo ni pena. Pobre Barney, me da tristeza lo que le pasa.
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3 comentarios:
Una vez escuché a Barney decir que no había que hacerle caso a los padres.
Lindo relato. Lindo nene el de la foto (noten que escapa hacia la cámara y no a los brazos de su madre)
por la foto, pensé que era entre barney y la madre, y no.
Muy bueno el dinosaurio con cabeza de hombre (y bigotes.
buenisimo!!!!
no escuchen a barney...
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